Enterada de los romances de Diego Rivera fuera del matrimonio, Frida se mostraba comprensiva al respecto. Aún cuando se enteró que la engañaba con su propia hermana, se reconciliaron. El ícono revolucionario de las mujeres trasciende lo que realmente fue la desdichada Frida, quien nunca dejó de sentirse mal por las infidelidades de su marido, pero decidió permanecer con él hasta el final.